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jueves, 17 de febrero de 2011

las deis vírgenes


salieron a recibir al esposo. Cinco
co de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas,
tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las
prudentes tomaron aceite en sus vaso, juntamente con sus
lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron
Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el
esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron
a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras
lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo:
Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a
los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras
ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban
preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor,
señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo,
que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la
hora en que el hijo del Hombre ha de venir. shalom paz

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